Las pequeñas cosas

Estamos acostumbrados a fijarnos en las cosas que no nos salen cómo queremos. En las pequeñas injusticias de la vida. En esas piedrecitas que llevamos todos en el zapato. Pero qué difícil es fijarnos en las pequeñas cosas positivas que nos pasan cada día. Esas tonterías, pero que contribuyen a que nos sintamos bien; como que cuando lleguemos al metro esté en el andén, que alguien nos sostenga una puerta, ver a un niño reir…tantas cosas.

Siempre animaba a la gente a que anotara en un pequeño papel, o en su agenda esas pequeñas cosas. Para al final del día o de la semana, pudieran repasarlas y contrarestar el efecto de las cosas negativas.

Hace un par de días leí un caso en el periódico de un hombre en Cánada que hacía esto mismo, pero empezó a hacerlo en un blog. Era para sobrellevar una situación complicada de su vida, y al principio comentaba que sólo le leían sus padres, pero que cada vez empezó a llegar a más y más gente…hasta que tuvo miles de seguidores que hacían lo mismo…De esta maner llevo mejor que le echaran del trabajo, que su mujer le dejase…y no sé cuántas cientos de cosas positivas a reflejado…

Os animo a probarlo…

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